Quiero olvidarme de aquella vez,
de aquella primera vez en que te vi.
¿Como decirlo?
La luz del sol resplandecía
en forma de mujer,
pasaste de un lado ,al otro lado,
los ojos más tiernos de niña mujer,
la sonrisa en los labios, y todo tu ser.
¡Que impresión de sentir y ver
que mi alma escapa de mí!
Y mi corazón corrió detrás de ti.
¿Quién es ella?
¿Cómo se llama?- pregunte.
Y por prudencia disimule mi interés
y calle mi voz interior.
Y luego fui reencontrándote
un poquito cada vez mas ,
demasiado perfecta para mí.
Yo cada día sentía
que tenía más de ti
y el tiempo pasaba
y yo ,ya no lo podía negar.
¿Que ha pasado aquí?
El mar y el cielo se han juntado,
ya no solo me he encantado
sino que mi alma ha inventado
un universo de versos para ti.
Y la vida continuaba,
y quería referirme
a la ocasión,aquella vez
en que tus ojos no me miraron,
te acercaste y me diste
casi un beso en la mejilla.
Fue casi lo suficiente
para sentir tu calor,
tú aliento y tú presencia,
y confieso que desde ese instante
tu eres arte, ciencia, y poesía,
misterio que llena mis noches y mis días.
Y cuando yo busque mirarte
en tus labios había una rosa.
¡Que hermosa tu boca!
Rojos tus labios, rojo mi sangre.
Y me di cuenta, entonces
porque Dios nos hizo así.
Mi sangre es roja, Dios me puso,
los labios de mi amada son rojos
porque mi amada está dentro de mí
y no puede irse más.
¡Que labios los que vi!
Encendida estaba la flor,
y yo quise que aquel pequeño instante
en el cual te contemplaba,
durase para toda la eternidad.
¿Que fascinante es el amor!
¡Que profundo, que hondo,
que filoso, que cortante!
¿Como puede aquel instante
durar tanto, en mi mente?
Pero hoy, quiero olvidarla.
Hoy quiero alejarme,
quiero dejar de soñar,
no porque no te quiera,
ni porque no te quiera
quererte mas ,
ni porque mis alas
se hayan hecho gigantes
por el deseo de amarte
sino será porque
tu estas prohibida para mi.
Si no te hubiese conocido
habría tenido siempre
la ilusión de encontrarte,
pero al conocerte
te llevaste mis sueños,
mis ilusiones ,mi amor, mi paz.
Y estoy aquí mirándome a mí,
como si tuviera las alas rotas
pero no las tengo ni rotas,
ni quebradas, ni magulladas.
Quiero correr a ti, quiero volar a ti,
pero tu estas prohibida para mi.
Por eso, si puedo olvidarte,
algún día podré reencontrarte
y quizás ya no estés prohibida para mi
Y así pueda mirarte
sin límites y sin medidas,
por toda la eternidad.
Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
www.mystichealingart.com