Si acaso fueras una flor,
yo quisiera ser la lluvia,
Si acaso fueses una montaña,
yo quisiera ser la luz de la mañana,
para disipar tus sombras,
para brindarte mi calor.
Y si acaso la muerte te llevara,
déjame ser la eternidad
para abrazarte en mi pecho,
sin que nada jamás nos pueda separar.
Y si en la vida tuvieses dificultades,
déjame por lo menos ser un pedazo de pan ,
y pueda yo saciar con mi vida ,tu hambre de amar .
Y si se hiriese tu cuerpo y tuviese que sangrar
déjame a mi , ser la sangre derramada.
Si tu fueras los labios, déjame ser el beso
que te llene por siempre de pasión.
Déjame ser lo que tú quieres que sea,
puedo ser la risa, puedo ser el llanto
pero sobretodo déjame ser un manto de amor,
que nunca jamás, jamás te abandone.
Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell